
Pizza cuatro quesos
La pizza cuatro quesos es uno de los clásicos de la cocina italiana que conquista a los amantes del queso en cada bocado.
También conocida como quattro formaggi, se caracteriza por ser una de las pocas pizzas que tradicionalmente no llevan salsa de tomate en su preparación, lo que la convierte en una pizza blanca (pizza bianca). En esta versión auténtica se utilizan cuatro quesos específicos: fontina, parmesano, gorgonzola y mozzarella. La combinación de estos ingredientes logra un equilibrio perfecto entre cremosidad, intensidad y aroma, ofreciendo un resultado irresistible.
Su éxito radica en la sencillez: no necesita más que la mezcla de quesos de calidad sobre una masa bien trabajada y un toque de pimienta recién molida. Gracias a la ausencia de otros condimentos, cada queso tiene la oportunidad de destacar en su justa medida, creando un sabor complejo y armonioso. El gorgonzola aporta un toque fuerte y picante, el parmesano la nota salada y madura, la fontina suavidad y untuosidad, y la mozzarella ese característico fundido elástico que tanto gusta.
Aunque la versión clásica no incluye tomate ni otros ingredientes, con el tiempo han surgido variantes que incorporan salsa o diferentes tipos de quesos según la disponibilidad local. En muchos restaurantes italianos y pizzerías del mundo se ofrece tanto la opción tradicional blanca como la versión con base de tomate. Sin embargo, la auténtica quattro formaggi es aquella que respeta los quesos originales, tal y como dicta la tradición de la cocina italiana.
Preparar esta pizza en casa no solo es posible, sino también gratificante. Desde el amasado hasta el levado de la masa, cada paso aporta su magia a una receta que requiere paciencia, pero garantiza un resultado excepcional. Si se hornea en piedra o sobre una placa adecuada, el acabado será aún más similar al de una auténtica pizzería napolitana. En esta guía descubrirás cómo preparar la pizza cuatro quesos de forma detallada, con todos los trucos para lograr una masa esponjosa, un horneado perfecto y un queso fundido de ensueño.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 4 horas y 30 minutos
- Tiempo de cocción: 10 minutos
- Tiempo total: 4 horas y 40 minutos
- Raciones: 2
- Categoría: Plato principal
- Tipo de cocina: Italiana
- Calorías: 361 kcal por cada 100 g
Ingredientes de la pizza cuatro quesos para 2 personas
Para la masa:
- 240 ml de agua
- 20 ml de AOVE
- 300 g de harina de fuerza media (W220-W300)
- 50 g de semolina
- 2 g levadura seca de panadería (o 6 g de levadura fresca)
- 6 g de sal
Para el condimento:
- Queso fontina
- Queso mozzarella
- Queso parmesano
- Queso gorgonzola
- Pimienta
Cómo hacer la pizza cuatro quesos paso a paso
- Coloca la harina y la semolina en un bol junto con la levadura. Añade el aceite y el agua.
- Mezcla con las manos hasta integrar y agrega la sal.
- Amasa en la mesa de trabajo hasta obtener una masa lisa y uniforme.
- Deja reposar en un bol durante 1 hora.
- Forma tres bolas con tensión y deja fermentar otras 3 horas, hasta que doblen su tamaño.
- Precalienta el horno a 240 °C–260 °C y coloca una piedra refractaria o placa Celsius si dispones de ella.
- Trocea los quesos y resérvalos.
- Estira la masa con las manos sobre una superficie enharinada y colócala sobre papel de horno.
- Distribuye los quesos de manera uniforme, dejando el gorgonzola para el final.
- Añade pimienta molida y hornea hasta que el queso se funda y adquiera un tono dorado (aprox. 10 minutos).
- Saca la pizza, corta en porciones y disfruta caliente.
Maridaje ideal para la pizza cuatro quesos
La intensidad y diversidad de sabores de la pizza cuatro quesos hacen que sea perfecta para acompañar con vinos que equilibren su riqueza láctea y su punto salado. Los vinos blancos con buena acidez, como un Chardonnay fermentado en barrica o un Albariño de Rías Baixas, ayudan a limpiar el paladar entre cada bocado.
Para quienes prefieren tintos, un Chianti Classico italiano o un Rioja crianza son opciones acertadas, ya que ofrecen taninos suaves y notas frutales que armonizan con la potencia del gorgonzola y la cremosidad de la mozzarella.
Si buscas un toque más festivo, un espumoso tipo Prosecco o un Cava brut nature maridan a la perfección, aportando frescura y burbujas que resaltan la untuosidad de los quesos fundidos.
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Un bocado irresistible para los amantes del queso
La pizza cuatro quesos es la demostración de cómo la sencillez puede convertirse en alta gastronomía cuando se utilizan ingredientes de calidad. Su sabor intenso, su textura cremosa y la magia de una masa casera bien horneada hacen que sea una receta imprescindible en cualquier recetario casero.
Perfecta para compartir en cenas informales o como protagonista de una velada gourmet, esta pizza confirma por qué sigue siendo una de las favoritas en todo el mundo.
