
Producción de vino en España crece mientras las exportaciones se reducen
La producción nacional alcanzó los 31,1 millones de hectolitros, aunque las ventas internacionales retrocedieron un 6,7% en volumen.
Producción al alza en 2024/25
España cerró la campaña vitivinícola 2024/2025 con un incremento del 9,2% en su producción de vino, alcanzando los 31,1 millones de hectolitros, según los datos del Sistema de Información del Mercado del Vino (INFOVI) difundidos por la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE).
Si se añade el mosto, el balance total llega a 36,8 millones de hectolitros, lo que supone un 9,5% más que en el ejercicio anterior.
Previsiones para la próxima campaña
Los expertos no esperan repetir estas cifras en 2025/2026. La OIVE anticipa una producción de unos 35 millones de hectolitros de vino y mosto, condicionada por fenómenos meteorológicos adversos como la sequía, tormentas y pedriscos, además de enfermedades como el mildiu que han afectado a regiones clave como La Rioja, Castilla y León y Andalucía.
Existencias y consumo interno
Al cierre del ejercicio, las existencias se situaron en 32,2 millones de hectolitros, apenas un 0,5% más. Dentro de ese total, el vino descendió un 1,4% (30,6 millones), mientras que el mosto sin concentrar aumentó un 61,6% hasta 1,6 millones.
En cuanto al consumo interno, se mantuvo estable en 9,75 millones de hectolitros hasta julio de 2025, con una reducción mínima respecto al año anterior.
Destinos alternativos del vino
Un total de 1,4 millones de hectolitros se destinaron a destilería y vinagrería, un 8% menos que en la campaña previa.
El vino para destilación cayó un 12%, mientras que el empleado para vinagre subió un 8,9%.
Asimismo, 1,27 millones de hectolitros se dirigieron a la elaboración de bebidas aromatizadas como vermut o sangría, un 4,9% menos que en el ciclo anterior.
Comercio exterior: luces y sombras
El comportamiento de las exportaciones marcó la nota negativa. España vendió 18,4 millones de hectolitros de vino al exterior, un 6,7% menos en volumen, cifra que asciende al 8,5% si se incluye el mosto. En términos de valor, la caída fue casi inapreciable, con un descenso del 0,2% hasta los 2.694,7 millones de euros.
Los vinos envasados lograron mantener la facturación pese a comercializarse en menor cantidad, mientras que el granel retrocedió tanto en litros como en ingresos. En ambos casos, el precio medio se encareció alrededor de un 5%.
Por otro lado, las importaciones crecieron un 33%, hasta 846.301 hectolitros, con un gasto de 282,6 millones de euros. El granel fue el protagonista de esta subida, al aumentar un 61,5% en volumen y más de un 50% en valor.
Un panorama complejo para el sector
El balance de la campaña refleja una paradoja: España produce más vino pero exporta menos, al tiempo que aumenta sus compras al exterior.
El sector se enfrenta al reto de consolidar el consumo interno y reforzar su competitividad internacional en un contexto marcado por la volatilidad climática y la presión de los mercados globales.
