vino congelado
¿Sabías que el vino congelado pierde sabor y calidad? Descubre qué ocurre cuando una botella se congela y cómo evitarlo.

¿El vino puede congelarse?

Carlos Fernández 19/08/2025 Curiosidades

Sí, el vino congelado es una realidad, aunque no es recomendable.

Al igual que cualquier líquido que contiene agua, el vino puede solidificarse si se expone a bajas temperaturas extremas. Sin embargo, este proceso altera sus características organolépticas y puede afectar tanto su sabor como su textura.

En este artículo te explicamos qué ocurre exactamente cuando el vino se congela, por qué deberías evitarlo y qué hacer si alguna vez te encuentras con una botella en el congelador.

¿A qué temperatura se congela el vino?

El vino no se congela a la misma temperatura que el agua debido a su contenido en alcohol. Mientras que el agua solidifica a 0 °C, el vino suele hacerlo entre -5 °C y -9 °C, dependiendo de su graduación alcohólica.

Cuanto más alto es el grado de alcohol, más difícil es que se congele. Por eso, los vinos dulces con bajo contenido alcohólico tienden a congelarse antes que un tinto con mayor graduación.

¿Qué pasa con el vino congelado?

Cuando una botella se congela, el agua contenida en el vino se expande, lo que puede empujar el corcho hacia afuera o incluso romper el cristal.

Además, al descongelarse, el vino pierde parte de su equilibrio original: los aromas se ven atenuados, los taninos pueden volverse más ásperos y la sensación en boca ya no será la misma.

¿Es seguro beber vino congelado?

Sí, el vino que ha pasado por el congelador sigue siendo seguro para el consumo, siempre que el envase no se haya dañado. No obstante, su calidad no será la misma.

En muchos casos, se recomienda aprovecharlo en la cocina, por ejemplo, para desglasar carnes, preparar salsas o dar un toque de sabor a guisos.

Cómo evitar un vino congelado

Si quieres enfriar rápidamente una botella, lo más recomendable es usar una cubitera con hielo y sal en lugar del congelador. También existen fundas refrigerantes que mantienen el vino a la temperatura adecuada sin riesgo de dañarlo.

Recuerda que cada tipo de vino tiene un rango ideal de servicio, y mantenerlo en esos grados es clave para disfrutar de su mejor versión.

Cuidar el vino es cuidar su esencia

Un vino congelado pierde parte de su identidad y de la experiencia sensorial que ofrece. Más allá de la anécdota de una botella olvidada en el congelador, conviene recordar que el vino es un producto delicado que requiere atención y respeto.

Cuidar sus condiciones de conservación y servicio es la mejor manera de asegurar que cada copa se disfrute tal y como fue concebida.

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