El mercado de vinos finos sufre pérdidas debido a la caída de la demanda china
El mercado de vinos finos ha cerrado el 2024 con un panorama desalentador, tras un notable descenso en los precios de los Borgoñas de alta gama y los Champagnes de época, principalmente debido a la disminución de la demanda por parte de los compradores chinos.
Según el índice Burgundy 150 de Liv-ex, los precios de los Borgoñas cayeron un 14,4% hasta finales de noviembre, mientras que el Champagne de época experimentó una caída del 9,8%, y el índice de Burdeos perdió un 11,3%.
Este golpe al mercado de vinos finos marca el segundo año consecutivo de dificultades, un fenómeno que comenzó en 2023 debido a las altas tasas de interés y una creciente aversión al riesgo entre los inversores, que encuentran menos atractivo el vino como activo alternativo.
Además, la desaceleración de la economía china ha afectado la demanda de estos productos premium, ya que los compradores de la región, grandes consumidores de Borgoñas en los últimos años, han reducido significativamente sus compras.
“Este mercado bajista era una corrección esperada tras el auge de precios durante la pandemia”, comentó Callum Woodcock, director ejecutivo de la plataforma WineFi.
Durante la crisis del COVID-19, los confinamientos hicieron que los inversores minoristas con tiempo libre y ahorros comenzaran a volcarse en la compra de vinos, elevando los precios a niveles insostenibles. Sin embargo, el cambio en la situación económica global y los patrones de consumo han provocado una corrección.
La caída en la demanda también ha afectado a vinos icónicos como el Carruades de Lafite, cuya cosecha de 2021 ha visto una disminución del 29% en su precio, y el Bonnes Mares Grand Cru 2020, que ha bajado un 44%.
Las pérdidas no se limitan a los Borgoñas y Champagnes; los productores de Burdeos, especialmente aquellos con cosechas en la campaña en primeur, se enfrentan a un mercado que ya prefiere vinos maduros a precios más bajos en el mercado secundario.
A pesar de este entorno económico negativo, algunos inversores consideran que la caída de precios puede ser una oportunidad para adquirir vinos de mayor calidad a precios más bajos.
Gregory Swartberg, CEO de Cru Wine, ha estado comprando cosechas de Champagne como Krug 1996 y Dom Pérignon 1996, y de Burdeos como Château Angelus y Château Cheval Blanc de cosechas anteriores.
Aunque los desafíos persisten, algunos expertos destacan que la compra de vinos de calidad a precios reducidos podría ser una estrategia rentable a largo plazo, mientras que el mercado sigue buscando señales de recuperación.