Técnicas avanzadas de cata de vinos
Aprende las técnicas avanzadas de cata de vinos para degustar y apreciar cada botella como un verdadero profesional del mundo enológico.
Catar vino es mucho más que simplemente beber. Es un arte que involucra los sentidos de la vista, el olfato, el gusto y el tacto para poder analizar, interpretar y disfrutar completamente de lo que la copa ofrece.
En este post, exploraremos en detalle las técnicas avanzadas de cata de vinos, llevándote más allá de los fundamentos básicos y acercándote al nivel de los profesionales del sector vinícola.
Aprender estas técnicas no solo enriquecerá tu experiencia como amante del vino, sino que también te permitirá apreciar la complejidad de cada botella de manera más profunda.
La cata visual: evaluar a simple vista
El primer paso en cualquier cata de vinos es observar el vino, lo que permite obtener información sobre su edad, calidad y posibles defectos.
Color y opacidad
Vinos tintos
Un vino tinto joven suele ser de un color rojo vivo o rubí. Con la edad, el vino tinto desarrolla tonos más granate o teja. Si el vino es muy oscuro o casi negro, podría ser un indicativo de un vino más concentrado y con más cuerpo.
Vinos blancos
Los blancos jóvenes son generalmente pálidos o de color limón. A medida que envejecen, adquieren un tono dorado o ámbar. Si es marrón, puede ser indicativo de oxidación.
Opacidad
La claridad o turbidez de un vino puede indicar si ha sido filtrado o no. Los vinos más turbios pueden ser menos procesados, lo que es común en vinos naturales.
Lagrimeo o lágrimas
Después de girar la copa, las «lágrimas» o el «llanto» del vino que corre por el interior del vaso puede dar indicios de su contenido en alcohol y azúcar.
Lágrimas más gruesas y lentas suelen asociarse con un vino de mayor cuerpo y contenido alcohólico.
La cata olfativa: desentrañar aromas complejos
El olfato es clave en una cata de vino avanzada, ya que es el sentido que proporciona más información sobre el carácter del vino.
Aromas primarios, secundarios y terciarios
Aromas primarios
Provienen directamente de la uva y el terroir, incluyendo notas frutales, florales y herbales. Los aromas de frutos rojos como frambuesa y fresa en un tinto, o notas cítricas en un blanco, son ejemplos comunes.
Aromas secundarios
Estos se generan durante el proceso de vinificación. Los más típicos son los derivados de la fermentación, como el aroma de levadura en los vinos espumosos.
Aromas terciarios
Estos se desarrollan durante el envejecimiento del vino, ya sea en barrica o en botella. Aromas de vainilla, tabaco, cuero o trufa son ejemplos de aromas terciarios, que aportan complejidad.
Técnica de olfato
Para capturar los aromas, agita la copa suavemente para liberar los compuestos volátiles. Inhala profundamente primero sin agitar el vino, luego agítalo para identificar la gama completa de olores.
Los catadores profesionales suelen identificar hasta 3 o 4 capas diferentes de aromas.
La cata gustativa: sabores y estructura
La fase gustativa es la más extensa y rica en detalles, ya que involucra analizar varias características del vino en el paladar.
Sabores y retrogusto
- Sabores primarios: Similares a los aromas primarios, los sabores se alinean con la fruta, flores y hierbas. Sin embargo, algunos vinos pueden revelar nuevos matices cuando se prueban.
- Acidez: La acidez se percibe en la frescura del vino. En los vinos blancos y espumosos, la acidez alta da vivacidad y nitidez. En los tintos, ayuda a equilibrar el cuerpo.
- Taninos: Los taninos, típicos de los vinos tintos, aportan una sensación de sequedad y textura. Los vinos con altos niveles de taninos pueden sentirse astringentes.
- Dulzura: Los vinos dulces, como los de cosecha tardía, tienen niveles de azúcar residual notables. Los vinos secos no presentan dulzura notable.
- Alcohol: El alcohol aporta calidez en boca. Un vino equilibrado tendrá un nivel de alcohol que no sobresale ni abruma los demás componentes.
- Cuerpo: Se refiere a la sensación de peso del vino en boca, que puede variar desde ligero (como un Sauvignon Blanc) hasta completo y robusto (como un Cabernet Sauvignon).
- Final o retrogusto: Un vino de calidad tiene un retrogusto prolongado y complejo. Al tragar, los sabores deben perdurar y evolucionar.
Técnica del "Bostezar"
Una técnica avanzada consiste en mantener el vino en boca mientras se realiza una suave inhalación de aire (bostezo).
Esto permite oxigenar el vino y liberar compuestos aromáticos que se perciben al exhalar por la nariz, una técnica que ayuda a profundizar la experiencia de cata.
La textura: sensaciones en boca
No solo el sabor define un vino, sino también su textura. Los vinos pueden sentirse tersos, cremosos, sedosos o ásperos, y estos atributos aportan una dimensión extra a la degustación.
La cata final: evaluación integral
Para realizar una evaluación avanzada del vino, combina todos los elementos discutidos. Reflexiona sobre la coherencia entre lo que viste, oliste y saboreaste.
Un gran vino tiene balance: la acidez, el alcohol, los taninos y los sabores deben estar en armonía.
Conclusión
Dominar las técnicas avanzadas de cata de vinos te permitirá disfrutar cada copa con un mayor nivel de entendimiento y apreciación.
Tanto si estás comenzando tu viaje en el mundo del vino, como si ya tienes experiencia, estas técnicas te ayudarán a afinar tu paladar y a comprender mejor las complejidades detrás de cada vino.