
El papel de la mujer en el enoturismo centra el debate en Elche
Referentes femeninos del sector vitivinícola se reunieron en la Universidad Miguel Hernández para reflexionar sobre el presente y el futuro del enoturismo con perspectiva de género.
Voces femeninas que transforman el mundo del vino
El Aula Plaça de Baix de la Universidad Miguel Hernández de Elche fue escenario, el pasado 11 de abril, de una mesa redonda que reunió a profesionales del vino bajo el lema “Enoturismo en femenino: cerrando brechas, abriendo oportunidades”. El coloquio, moderado por Lourdes Rubio, gerente de la Ruta del Vino de Alicante, propició un espacio de diálogo para abordar el papel de la mujer en un ámbito históricamente dominado por hombres: el enoturismo.
La jornada contó con la participación de destacadas voces del sector: Sumay Agulló, docente e investigadora en sociología agraria; María Miñano, presidenta de la Ruta del Vino de Alicante; Marina Mestre, al frente del enoturismo en Bodegas Riko; y Doris Violette Andres-Lüscher, impulsora de Finca Seguró en la Marina Baixa. Todas ellas compartieron sus trayectorias, poniendo de relieve la evolución de la figura femenina en el ecosistema vitivinícola.
La intervención inicial de Ana María Molina, profesora de Historia, ofreció una mirada crítica sobre la representación de la mujer en el marketing vinícola, centrada especialmente en el diseño de etiquetas, una dimensión simbólica que ha acompañado el consumo del vino a lo largo del tiempo.
Mujeres que impulsan sostenibilidad, innovación y cambio
Uno de los temas clave que atravesó el coloquio fue el compromiso con la sostenibilidad. Las ponentes coincidieron en señalar cómo las iniciativas lideradas por mujeres tienden a integrar prácticas responsables con el medioambiente y el entorno social. Desde la producción sostenible hasta el diseño de experiencias enoturísticas alineadas con los valores de las nuevas generaciones, el enfoque femenino aporta una dimensión transformadora al sector.
También se habló del nuevo perfil del enoturista, marcado por una creciente demanda de autenticidad, coherencia ética y conexión con el territorio. La sensibilidad y la visión a largo plazo que muchas mujeres aportan en este ámbito fueron reconocidas como factores clave para conectar con los intereses del público joven.
El diálogo no solo visibilizó referentes, sino que dejó claro que la diversidad y la inclusión son condiciones necesarias para el futuro del vino. La mirada femenina no busca imponer un modelo, sino sumar perspectivas que enriquezcan el relato del vino desde todos los ángulos posibles: el campo, la bodega, la ciencia, el turismo y la comunicación.
Un futuro abierto a nuevas voces
Más que un evento puntual, el coloquio de Elche pretende ser una plataforma para abrir conversaciones pendientes en el sector del vino. Tal como señaló la moderadora, la visibilidad femenina no es un gesto simbólico, sino un paso real hacia un ecosistema vitivinícola más justo, inclusivo y comprometido con su tiempo.
El enoturismo, como reflejo de una cultura viva, necesita escuchar a todas las voces. Y las mujeres ya no solo están presentes: están liderando, creando y dejando huella.
