
Ribeira Sacra reivindica su papel clave en el enoturismo gallego
La Ribeira Sacra brilla en la XLIII Feria del Viño de Quiroga como ejemplo del potencial vitivinícola y enoturístico de Galicia.
Una feria que celebra la esencia de los vinos gallegos
El corazón vitivinícola de Galicia ha vuelto a latir con fuerza en Quiroga. La XLIII Feria del Viño de la Ribeira Sacra reunió a 13 bodegas locales que pusieron en valor la calidad y la tradición de una de las denominaciones de origen más emblemáticas de la comunidad. El evento, celebrado este fin de semana, sirvió como escaparate para reivindicar el papel del sector en la economía rural gallega y para destacar su enorme proyección turística.
La feria, nacida en los años 80 con el propósito de dignificar los vinos de la zona, ha crecido hasta convertirse en una referencia dentro del calendario vinícola gallego. Este año, además de exponer sus mejores caldos, las bodegas han reivindicado la viticultura heroica que define a la Ribeira Sacra, marcada por sus empinadas laderas y el trabajo artesanal de generaciones de viticultores.
El enoturismo como motor de desarrollo
Durante el acto institucional, representantes del gobierno autonómico reafirmaron su apoyo a este tipo de iniciativas. Martín Alemparte, director de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria, subrayó la importancia de las ferias como espacios de reconocimiento al trabajo del sector vitivinícola, clave para el desarrollo económico de Galicia.
Xosé Merelles, director de Turismo de Galicia, apuntó además al enoturismo como uno de los pilares estratégicos para diversificar la oferta turística del territorio. La Ribeira Sacra, con su impresionante paisaje de bancales, su patrimonio histórico y la autenticidad de sus vinos, se consolida como uno de los destinos más atractivos para visitantes que buscan experiencias genuinas.
Merelles destacó el papel del vino como vehículo de desestacionalización, capaz de atraer viajeros durante todo el año, y recalcó que Galicia dispone de cinco denominaciones de origen vinícolas que suman valor a su identidad como destino. Ribeira Sacra, por su carácter único, es uno de los estandartes de esa propuesta.
Una identidad que se fortalece entre viñedos
Más allá del vino, la Feria de Quiroga es también una celebración del territorio. Música, tradición, gastronomía y cultura se entrelazan para ofrecer una experiencia inmersiva a quienes visitan la zona, impulsando un turismo más consciente y conectado con el entorno.
El futuro del vino gallego pasa por iniciativas como esta, que no solo posicionan sus productos en el mercado, sino que fortalecen el vínculo entre el campo y la ciudad, entre el productor y el consumidor. En la Ribeira Sacra, cada copa cuenta una historia, y cada viñedo es parte de un legado que Galicia ha sabido conservar y proyectar al mundo.
