Quiche de espinacas y queso
Receta ligera y sabrosa para cualquier ocasión. Una receta francesa ideal para el día a día.
La quiche de espinacas y queso es uno de esos platos que conquistan por su sencillez y su versatilidad. Esta tarta salada de origen francés es perfecta para aprovechar verduras y crear una comida completa en muy poco tiempo. Además, al prepararla con leche evaporada en lugar de nata, conseguimos una versión más ligera sin renunciar al sabor ni a la cremosidad.
Prepararla no lleva más de una hora, y el resultado es ideal tanto para servir como plato principal acompañado de una ensalada, como para un brunch, una cena informal o incluso para llevar en un picnic. Su textura suave y su relleno sabroso hacen que guste a toda la familia, incluidos los más pequeños.
Ingredientes (8 raciones)
- 300 g de espinacas frescas
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 lámina de masa brisa o quebrada
- 3 huevos (tamaño M)
- 200 g de leche evaporada
- 200 g de queso rallado (puede ser emmental, gouda o una mezcla)
- Sal y pimienta al gusto
Utensilio recomendado: molde desmontable de 23 cm de diámetro
Paso a paso: cómo hacer quiche de espinacas y queso
1. Prepara el horno y las espinacas
Precalienta el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo. Saltea las espinacas lavadas en una sartén con aceite de oliva hasta que reduzcan. Reserva.
2. Coloca la masa
Extiende la masa brisa en el molde, ajustándola bien a los bordes y pinchándola ligeramente con un tenedor.
3. Distribuye las espinacas
Coloca las espinacas ya cocinadas sobre la base de masa y repártelas de forma uniforme.
4. Mezcla el relleno
Bate los huevos en un bol, añade la leche evaporada, salpimenta y mezcla bien. Agrega el queso rallado y remueve hasta integrar.
5. Monta y hornea
Vierte la mezcla sobre las espinacas. Hornea durante 30-40 minutos, hasta que la superficie esté dorada y el centro firme.
6. Deja reposar y sirve
Deja templar unos 10 minutos antes de desmoldar. Se puede servir caliente, templada o fría.
Maridaje: vinos que realzan el sabor de esta quiche
Para acompañar esta quiche de espinacas y queso, lo ideal es optar por un vino blanco seco y fresco que contraste con la untuosidad del queso y la suavidad de las espinacas. Algunas opciones recomendadas:
- Albariño: su acidez natural y notas cítricas equilibran muy bien la cremosidad del relleno.
- Chardonnay sin barrica: mantiene un perfil limpio y afrutado que complementa la ligereza del plato.
- Verdejo joven: perfecto si prefieres un vino con más cuerpo, pero aún fresco y herbáceo.
Si prefieres un tinto, opta por un Pinot Noir joven y afrutado, que no eclipsará los sabores delicados de la receta.
Un plato versátil que siempre triunfa
La quiche de espinacas y queso es un ejemplo de cómo una receta tradicional puede adaptarse a los gustos actuales sin perder su esencia. Ligera, nutritiva y deliciosa, es ideal para quienes buscan incorporar más vegetales en su dieta de forma atractiva.
Además, su preparación no requiere técnicas complicadas ni ingredientes difíciles de encontrar, lo que la convierte en una opción práctica para cualquier día de la semana.
