
Ratatouille provenzal
Ratatouille provenzal, el arte de cocinar verduras al estilo francés. Un clásico francés que conquistó el cine y la cocina.
La ratatouille provenzal es mucho más que un simple plato de verduras. Es una joya culinaria del sur de Francia que ha trascendido fronteras gracias a su sabor, su estética impecable… y una famosa película de animación. En esta receta aprenderás a prepararla en su versión moderna —inspirada en el confit byaldi—, tal como la popularizó el chef Thomas Keller para la película Ratatouille. Una opción saludable y elegante que destaca por sus ingredientes de temporada y su técnica de cocción lenta que potencia todos los aromas.
Ideal como entrante, acompañamiento o incluso plato principal si se sirve con pan rústico o arroz, esta receta es una oda al sabor vegetal y al amor por el detalle.
Ingredientes para 4 personas
- 2 pimientos rojos medianos
- 1 pimiento verde mediano
- 2 cebollas
- 5-6 dientes de ajo
- 800 g de tomates maduros (para rallar o triturar)
- 2-3 tomates de pera grandes
- 1 calabacín
- 1 berenjena
- 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal, pimienta negra, tomillo y romero (frescos o secos)
Cómo preparar una ratatouille provenzal al horno
1. Elaboración de la base de tomate y pimientos
Comienza asando los pimientos a 200 ºC durante 40 minutos. Pela, despepita y trocéalos. Mientras tanto, sofríe la cebolla picada con aceite hasta que se dore. Añade el ajo, sofríe un minuto y suma los tomates rallados. Cocina todo junto 20 minutos y añade los pimientos asados. Sazona con sal, pimienta, tomillo y romero.
2. Corte y montaje de las verduras
Corta en rodajas finas (½ cm) la berenjena, el calabacín y los tomates de pera. Extiende la salsa base en un molde redondo. Sobre ella, dispone las rodajas alternando colores y formas, formando círculos concéntricos.
3. Toque aromático y horneado
Pinta las verduras con una vinagreta de ajo, hierbas y aceite. Cubre con papel vegetal y papel de aluminio. Hornea 2 horas a 150 ºC y luego 30 minutos más a 180 ºC, destapada y con calor superior, para que se doren suavemente.
Maridaje perfecto para tu ratatouille provenzal
La ratatouille es un plato que pide a gritos un vino con carácter, pero no demasiado potente. Un rosado seco de la Provenza o un vino blanco joven afrutado, como un Viognier o un Albariño, complementan perfectamente los sabores herbáceos y la acidez del tomate.
Si prefieres tinto, un Pinot Noir ligero también es excelente opción. Lo ideal es un vino que respete la delicadeza del plato y resalte sus aromas mediterráneos.
Un homenaje vegetal que conquista por su sencillez
La ratatouille provenzal no solo es un deleite visual, sino también una receta cargada de tradición, versatilidad y sabor. Al prepararla, nos conectamos con la cocina más esencial: la que transforma ingredientes humildes en auténticas obras de arte. Ya sea como plato estrella o acompañamiento, esta receta siempre será un acierto —especialmente si va acompañada de una buena copa de vino—.
