Tarta de zanahoria
Tarta de zanahoria, jugosidad, sabor y tradición en cada bocado. La tarta que enamora paladares.
La tarta de zanahoria ha pasado de ser un icono de la repostería anglosajona a un imprescindible en nuestros recetarios. Su textura húmeda, su aroma especiado y la irresistible cobertura de crema de queso la convierten en una de las tartas más queridas por grandes y pequeños.
Esta receta, paso a paso, te ayudará a lograr un bizcocho esponjoso y perfectamente equilibrado en dulzor y sabor. Ideal para una merienda especial, un cumpleaños o simplemente para disfrutar de un capricho casero.
Ingredientes para 12 raciones
Para el bizcocho:
- 160 g de azúcar blanco
- 160 g de azúcar moreno
- 4 huevos M
- 240 g de aceite de girasol
- 320 g de zanahoria rallada
- 240 g de harina de trigo
- 2 ½ cucharaditas de levadura química (tipo Royal)
- 2 cucharaditas de canela molida
Para la cobertura de crema de queso:
- 160 g de mantequilla sin sal (temperatura ambiente)
- 320 g de azúcar glas
- 160 g de queso crema frío (tipo Philadelphia)
Utensilios:
- 3 moldes desmontables de 15 cm de diámetro, batidora de varillas, rejilla de enfriado.
Preparación paso a paso
- Batir la base: Mezcla los dos tipos de azúcar, los huevos y el aceite hasta obtener una masa homogénea.
- Añadir la zanahoria: Incorpora la zanahoria rallada, integrándola bien.
- Tamizar los secos: Tamiza la harina, la levadura y la canela. Mezcla sin dejar grumos.
- Hornear: Precalienta el horno a 180 ºC. Reparte la masa en los moldes engrasados y hornea durante 30-35 minutos.
- Reposar y enfriar: Deja enfriar en rejilla. Envuelve en film y refrigera hasta el día siguiente.
- Preparar la crema: Bate la mantequilla con el azúcar glas hasta que blanquee. Añade el queso crema y bate hasta que esté firme y suave.
- Montaje: Alterna capas de bizcocho y crema. Cubre laterales y superficie. Decora al gusto.
Maridaje ideal: un vino dulce con personalidad
Una tarta tan rica en matices como la tarta de zanahoria merece un acompañante que la realce sin competir. Nuestra recomendación es un vino dulce natural, como un Moscatel, un Pedro Ximénez o incluso un vino de hielo (Eiswein) si buscas una experiencia gourmet.
Estos vinos, con su dulzor equilibrado, sus notas pasificadas y su frescor final, armonizan perfectamente con la cobertura cremosa y los toques especiados del postre. Evita los vinos excesivamente secos o tánicos, ya que contrastarían demasiado con la suavidad de la tarta.
Un clásico que siempre triunfa
La tarta de zanahoria es mucho más que un bizcocho: es un pedazo de historia moderna de la repostería que ha sabido conquistarnos por su originalidad y textura inconfundible. Su versatilidad permite personalizarla con nueces, pasas o incluso especias más atrevidas como jengibre o clavo.
Perfecta para quienes buscan un dulce casero que no empalague, que luzca bien en cualquier mesa y que, además, maride a la perfección con un buen vino.
