Tarta mousse de chocolate
La tarta mousse de chocolate es ese postre que enamora a primera vista y conquista al primer bocado.
Ligera, cremosa y llena de sabor, es la elección ideal para refrescar tus comidas veraniegas sin renunciar a la intensidad del cacao. Además, se prepara en pocos pasos y sin necesidad de horno, convirtiéndose en un imprescindible de tu recetario.
Ingredientes para 8 personas
- 100 g de galleta picada
- 55 g de mantequilla fundida y fría
- 280 g de chocolate 52% cacao
- 400 g de nata para montar fría (35% materia grasa)
Utensilio recomendado: molde desmontable de 18 cm
Paso a paso: cómo hacer la tarta mousse de chocolate perfecta
1. Preparar la base
Mezcla la galleta triturada con la mantequilla fundida hasta obtener una textura similar a arena húmeda. Engrasa el molde, cubre la base con la mezcla y presiona ligeramente. Refrigera.
2. Fundir el chocolate
Derrite el chocolate en el microondas en tandas de 30 segundos, removiendo entre cada una. Deja que se temple antes de usar.
3. Montar la nata
Bate la nata bien fría hasta que esté semi montada: debe marcarse con las varillas, pero mantener una textura suave.
4. Integrar el chocolate
Añade el chocolate fundido a la nata en tres tandas, mezclando con movimientos envolventes para mantener la ligereza.
5. Reposo y decoración
Vierte la mousse sobre la base de galleta, alisa con una espátula y refrigera un mínimo de 4 horas. Desmolda y decora con virutas de chocolate, fruta fresca o nata montada.
Maridaje recomendado por SaborVino
Para equilibrar la dulzura y cremosidad de esta tarta mousse de chocolate, lo ideal es acompañarla con vinos de postre de gran carácter. Un Oporto Ruby potenciará la intensidad del cacao con sus notas a frutos rojos y pasas.
También es una excelente opción un Pedro Ximénez con sus toques de caramelo y café, que realzará la experiencia gustativa.
Tarta de queso al horno
Más que un postre, una experiencia
La tarta mousse de chocolate es mucho más que una receta: es un deleite para los sentidos. Su textura aterciopelada, su sabor profundo y su versatilidad la convierten en una elección ganadora para cualquier ocasión especial o simplemente para darte un capricho.
Y si la acompañas de un buen vino dulce, estarás elevando tu sobremesa a otro nivel.
