
Smartphones y riego en viñedos: la nueva herramienta para optimizar el agua
La cámara de un smartphone se perfila como un aliado clave para medir el riego en viñedos, ofreciendo precisión, rapidez y bajo coste.
La tecnología al servicio de la viticultura
La gestión eficiente del agua es uno de los mayores desafíos en la viticultura actual, sobre todo en tiempos de cambio climático. Investigadores han desarrollado un método innovador que promete revolucionar el control del riego: usar la cámara de un smartphone para calcular el coeficiente de cultivo (Kc), un indicador esencial en la planificación hídrica de las vides.
Del panel tradicional al dispositivo móvil
Hasta ahora, el Paso Panel era el sistema más extendido en investigación. Este panel fotovoltaico permite estimar la sombra proyectada por las cepas, pero su uso es engorroso: requiere de dos personas y más de 12 minutos para evaluar apenas una fila de diez paneles de viñedo.
La propuesta innovadora sustituye ese procedimiento con algo tan cotidiano como un teléfono móvil. Basta con grabar el suelo bajo la hilera de vides en un día soleado. Posteriormente, un algoritmo de visión artificial procesa el vídeo, reconstruye la escena en 3D y calcula la superficie sombreada.
A partir de esos datos se estima el coeficiente de cultivo, directamente relacionado con la evapotranspiración y, por ende, con las necesidades de agua de la vid.
Resultados que convencen
Los datos comparativos muestran el potencial del nuevo sistema:
- Velocidad: entre 15 y 50 veces más rápido que el Paso Panel.
- Tiempo por fila de 10 paneles: alrededor de 1 minuto frente a los 12–14 minutos del método tradicional.
- Precisión: correlación de R² = 0,68, con posibilidades de alcanzar R² = 0,95 con mejoras en el algoritmo.
- Coste: no requiere más que un smartphone, sin necesidad de equipos adicionales.
- Resolución espacial: comparable a la de drones o satélites, y más detallada que la del Paso Panel.
Tecnología de riego en viñedos

Un futuro prometedor en la gestión del riego
La sencillez de esta solución tecnológica abre la puerta a una mayor adopción del riego de tasa variable, ajustando el aporte de agua según las características de cada zona del viñedo. Esto significa que cualquier viticultor, con una formación mínima, podría realizar mediciones fiables sin depender de dispositivos costosos o complejos.
El software se integrará en iniciativas como el Efficient Vineyard Project y la plataforma MyEV, lo que facilitará su acceso al sector. Todo apunta a que la cámara de un smartphone podría convertirse en una herramienta de uso común en la viticultura del futuro.
